La comunidad universitaria cubana lamenta el fallecimiento del Dr. Eduardo Torres-Cuevas

El 13 de agosto de 2025, la rectora de La Universidad de La Habana entregó un Reconocimiento Especial al Dr. Eduardo Torres Cueva, figura insigne de la Educación Superior cubana, por la encomiable contribución a la historia, la cultura y la educación de la nación.
El Ministerio de Educación Superior expresa su más profundo pesar por el fallecimiento del eminente historiador, académico y profesor Eduardo Moisés Torres – Cuevas, figura cimera de las ciencias sociales y la cultura cubana contemporánea, cuya vida estuvo consagrada a la docencia, la investigación y la defensa de nuestra identidad nacional.
Doctor en Ciencias Históricas, Profesor Titular e investigador, ejerció la docencia en diversas facultades de la Universidad de La Habana, el Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona” y el Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana, entre otros centros de altos estudios. Su magisterio formó a generaciones de universitarios que hoy reconocen en él a un guía intelectual y ético.
Su impronta académica y cultural trascendió las aulas. Fue director de la Biblioteca Nacional de Cuba “José Martí”, institución que lideró por más de una década; presidente de la Academia de Historia de Cuba y de la Sociedad Cultural José Martí; además de dirigir la Oficina del Programa Martiano, desde donde trabajó incansablemente por difundir el legado del Apóstol. También estuvo al frente del Centro Interdisciplinario para el Desarrollo de las Ciencias Sociales (Casa de Altos Estudios Don Fernando Ortiz) de la Universidad de La Habana, y presidía la Alianza Francesa de Cuba. En el año 2000 recibió el Premio Félix Varela que otorga la Sociedad Económica de Amigos del País y en 2006 fue elegido Miembro de Número de la Academia Cubana de la Lengua.
Como investigador, dejó una obra fundamental para el estudio de la historia y el pensamiento cubanos. Entre sus títulos se encuentran Antología del pensamiento medieval (1975), José Antonio Saco. Acerca de la esclavitud y su historia (1982), Félix Varela. Los orígenes de la ciencia y la conciencia cubanas (1995), y Antonio Maceo: las ideas que sostienen el arma (1995), entre muchos otros. Sus textos prestigian publicaciones nacionales e internacionales de gran relevancia, como Caribe —revista que fundó y dirigió—, Anuario de Estudios Martianos, Casa de las Américas, Contracorriente, Debates Americanos, Revista de la Biblioteca Nacional José Martí, Alma Mater, Bohemia, La Gaceta de Cuba, Revolución y Cultura y Cuadernos Americanos (México), entre otras.
Su carrera estuvo marcada también por un fuerte compromiso con la Revolución y el servicio público. Fue diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular y miembro del Consejo de Estado, demostrando siempre su vocación de servir al pueblo desde la cultura, la academia y la política.
Los reconocimientos recibidos a lo largo de su vida avalan la magnitud de su aporte. Entre ellos figuran la Orden Carlos J. Finlay, la Orden Frank País de 1er. y 2do. grados, la Distinción por la Cultura Nacional, el Premio Nacional de Ciencias Sociales (2000), el Premio Nacional de Historia (2005), el Premio Félix Varela, la Distinción Maestro de Juventudes de la Asociación Hermanos Saíz, así como el Premio Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba y el Premio de la Crítica de Ciencias Sociales. En el ámbito internacional fue condecorado con la Legión de Honor de la República de Francia y distinguido como Caballero de la Orden de las Palmas Académicas, entre otros lauros.
Su verbo profundo, ameno, didáctico y de apasionado patriotismo, cautivó a toda Cuba a través de los espacios televisivos. Persona de vasta cultura, profundo conocedor y admirador de la música popular cubana, expresión de su raigal cubanía. Fue fundador de la Revista Debates Americanos y un estudioso y divulgador incansable del legado de los grandes pensadores cubanos, en particular Martí y Valera.
La comunidad universitaria cubana, a la que tanto entregó desde la enseñanza, la investigación y la gestión cultural, lo recordará como un maestro excepcional, un investigador incansable y un hombre de profundas convicciones patrióticas y revolucionarias.
Acompañamos en este momento de dolor a sus familiares, discípulos, colegas y amigos, con la certeza de que el legado de Eduardo Torres – Cuevas permanecerá vivo en las universidades cubanas, en la memoria de la nación y en la obra de quienes continúan el camino que él ayudó a forjar.
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